Escapando una noche de un bostezo de sol me pediste que te diera un beso. Con lo baratos que salen mi amor, qué te cuesta callarme con uno de esos.
Pasaron seis meses y me dijiste adiós, un placer coincidir en esta vida. Allí me quedé, en una mano el corazón y en la otra excusas que ni tú entendías…
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