Creo
que si alguna vez me cruzo a una especie de adivino que predice el futuro, me
negaría a escuchar sus palabras. Supongo que es porque creo que la vida se vive
de sorpresas y situaciones inesperadas (que en ocasiones se vuelve esperadas…
pero podrían no pasar) digo, ¿Qué sentido tendría saber lo que vas a hacer al
día siguiente cuando te despiertes de dormir? ¿Qué sentido tendría saber
cuántos hijos vas a tener? ¿O saber si vas a seguir vivo? Sé que hay veces en
las que moriría por saber ciertas cosas, por ejemplo, si esa persona siente lo
mismo que yo, o mejor dicho, si alguna vez voy a estar con esa persona. No
tendría sentido saber que haría más adelante, que VIVIRÍA más adelante. Se
pierde la emoción y el color de lo que es vivir. Las sorpresas son sólo sueños
previstos y si alguna vez intentáramos cambiar su final, podría resultar peor.
No sé bien a que voy con todo esto, pero es algo que salió y debía compartirlo
con el afuera.
Dreamcatcher.
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