+
Desde que empezamos a hablar hoy, no puedo evitar sentirme aludida por cualquier cosa (en buen sentido) bueno, CUALQUIER cosa, no, porque digamos que son... uf. Y un escalofrío me recorre el cuerpo cada vez que decís algo de eso. Sí, supongo que hay motivos para ilusionarme, y para culparte también. Que dulce condena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario