The end.

Hola, hoy dije que no, dije que no iba a ser hoy, pero fue. Y no me fue mal, bueno, él no siente lo mismo que yo -no siente nada- pero me calmó poder hablar bien las cosas, fui sincera y él también. Algunas cosas que me dijo lograron alentarme y llegué a pensar que podemos seguir siendo amigos, pero otras cosas me llevaron a querer golpearlo fuertemente. Lo lindo de esto fue decirle exactamente todo lo que me pasaba por la cabeza, (excepto, claro cosas fuertes como... bueno) y que él lo tome tan a calma. Podría haber sido peor. Me siento mejor, puedo dormir hoy. Nada grave, él solo me atraía, yo no lo quería ni necesitaba. Simplemente me había acostumbrado a lo lindo que puede ser a veces. En fin, ¿cómo sigue esto? él por su camino y yo por el mío. No tiene que esperarme como lo cree, y yo no voy a buscarlo más adelante. Fin de la historia, fin de Martín y Leila.