I'm a mad mother-fucker with my curtains open. |
lunes, 24 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
Ídolo.
No sé como empezar. Sinceramente nunca sé como empezar un texto al escribir. Pero tengo mucho que escribir; o por lo menos hay mucho pasándome por la cabeza en este momento.
¿Alguna vez tuvieron un "héroe"? Bueno, especifiquemos. Una persona a la cual consideran su ejemplo a seguir, su inspiración, su razón para pensar que no todo en la vida es una porquería, o que vale la pena vivir y algún día pensar "Sí, hice lo correcto al no malgastar mi vida". ¿Alguna vez tuvieron que darle las gracias a una persona pero nunca tuvieron la fuerza de voluntad para hacerlo porque sintieron un cosquilleo en el estómago y un nudo en la garganta, algo así como miedo? No esa clase de miedo a una respuesta, sino esa clase de miedo a no encontrar las palabras o la manera justa para expresarse.
Pongámoslo así: Un ídolo.
¿Tuvieron uno alguna vez? Podrán pensar en ese típico artista músico, actor, chef, profesor, o cualquier persona con una profesión yo sí. Y no, su trabajo no entra en ninguna de sus categorías. Porque es colectivero. Es mi papá. No mi viejo; mi papá.
Ese hombre que uno a simple vista en él ve una persona con trayectoria, pero sólo de años, que a juzgar por su apariencia es un tipo muy común -me siento rara al escribir esto, cosa de repente- pero no. Él no es común, él no es como todos ustedes podrían pensar. Es especial. No voy a decir que es el mejor padre de todo el mundo porque no lo es. No voy a decir que es la persona más perfecta del mundo, porque ni si quiera lo pienso así. Pero en mis quince años de vida, JAMÁS, conocí a una persona tan sensata y tan capaz como él. Desde que nació fue miserable, su vida entera pudo haberlo sido de no ser por sus ganas de vivir bien, bien a su manera, siempre.
Pero, más allá de eso, mi papá es una persona de mente muy abierta y siempre busca repartirle eso a las personas que valora en serio. A veces me molesta que me agarre para hablar de política, porque bien sabe que odio la política. Pero una vez que se empieza a hablar con él, después uno no quiere dejarlo. Porque es ahí cuando te das cuenta de muchas que cosas que antes no sabías/pensabas/o simplemente no veías como eran. Cuando hablo con él me dan ganas de llorar de emoción, y pienso "Tengo suerte de tener una persona así a mi lado" creo que no a mucha gente de mi edad le pasa esto. Y juro que no sé como seguir, como explicar textualmente cuánto valoro pasar tiempo con él, y cuánto valoro su persona, cuánto y cómo lo admiro... Es algo que se siente, pero no se explica. Es imposible.
Gracias a mi papá cada día decido ser mejor persona, pensar en un mejor futuro para mí y ver como es realmente el mundo en el que vivo. No hablo sin saber, no repito lo que escucho o veo en la televisión (al menos no todo, o al menos no la basura televisiva), siempre tengo ganas de conocer un poquito más sobre qué pasa, y no en Facebook. Me quiero culturizar a toda costa, quiero llenarme de orgullo y después llenarlo de orgullo a él. Porque sé que todas sus esperanzas de saber que enseñarnos a mí y a mis hermanas todo lo que nos enseñó, no fue ni es un malgasto de saliva, esas esperanzas están puestas en mí. Y siempre que quiero mandar todo a la mierda me acuerdo de él y de todo lo que quiso y no pudo ser. Yo voy a ser todo eso. Por mí, por él, por los dos y nada más que por los dos. Porque es todo lo que tengo y lo que voy a tener hasta que me muera.
Hasta el final. La razón por la que voy a luchar hasta el final.
¿Alguna vez tuvieron un "héroe"? Bueno, especifiquemos. Una persona a la cual consideran su ejemplo a seguir, su inspiración, su razón para pensar que no todo en la vida es una porquería, o que vale la pena vivir y algún día pensar "Sí, hice lo correcto al no malgastar mi vida". ¿Alguna vez tuvieron que darle las gracias a una persona pero nunca tuvieron la fuerza de voluntad para hacerlo porque sintieron un cosquilleo en el estómago y un nudo en la garganta, algo así como miedo? No esa clase de miedo a una respuesta, sino esa clase de miedo a no encontrar las palabras o la manera justa para expresarse.
Pongámoslo así: Un ídolo.
¿Tuvieron uno alguna vez? Podrán pensar en ese típico artista músico, actor, chef, profesor, o cualquier persona con una profesión yo sí. Y no, su trabajo no entra en ninguna de sus categorías. Porque es colectivero. Es mi papá. No mi viejo; mi papá.
Ese hombre que uno a simple vista en él ve una persona con trayectoria, pero sólo de años, que a juzgar por su apariencia es un tipo muy común -me siento rara al escribir esto, cosa de repente- pero no. Él no es común, él no es como todos ustedes podrían pensar. Es especial. No voy a decir que es el mejor padre de todo el mundo porque no lo es. No voy a decir que es la persona más perfecta del mundo, porque ni si quiera lo pienso así. Pero en mis quince años de vida, JAMÁS, conocí a una persona tan sensata y tan capaz como él. Desde que nació fue miserable, su vida entera pudo haberlo sido de no ser por sus ganas de vivir bien, bien a su manera, siempre.
Pero, más allá de eso, mi papá es una persona de mente muy abierta y siempre busca repartirle eso a las personas que valora en serio. A veces me molesta que me agarre para hablar de política, porque bien sabe que odio la política. Pero una vez que se empieza a hablar con él, después uno no quiere dejarlo. Porque es ahí cuando te das cuenta de muchas que cosas que antes no sabías/pensabas/o simplemente no veías como eran. Cuando hablo con él me dan ganas de llorar de emoción, y pienso "Tengo suerte de tener una persona así a mi lado" creo que no a mucha gente de mi edad le pasa esto. Y juro que no sé como seguir, como explicar textualmente cuánto valoro pasar tiempo con él, y cuánto valoro su persona, cuánto y cómo lo admiro... Es algo que se siente, pero no se explica. Es imposible.
Gracias a mi papá cada día decido ser mejor persona, pensar en un mejor futuro para mí y ver como es realmente el mundo en el que vivo. No hablo sin saber, no repito lo que escucho o veo en la televisión (al menos no todo, o al menos no la basura televisiva), siempre tengo ganas de conocer un poquito más sobre qué pasa, y no en Facebook. Me quiero culturizar a toda costa, quiero llenarme de orgullo y después llenarlo de orgullo a él. Porque sé que todas sus esperanzas de saber que enseñarnos a mí y a mis hermanas todo lo que nos enseñó, no fue ni es un malgasto de saliva, esas esperanzas están puestas en mí. Y siempre que quiero mandar todo a la mierda me acuerdo de él y de todo lo que quiso y no pudo ser. Yo voy a ser todo eso. Por mí, por él, por los dos y nada más que por los dos. Porque es todo lo que tengo y lo que voy a tener hasta que me muera.
Hasta el final. La razón por la que voy a luchar hasta el final.
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